

Claves para evitar el sobreendeudamiento y lograr una buena salud financiera
En el panorama económico actual, el sobreendeudamiento es una preocupación creciente para muchas personas y negocios. Entender cómo funciona la deuda y cómo manejarla de manera efectiva es crucial para mantener la estabilidad financiera. Hoy te ofrecemos una guía para navegar por el mundo del crédito y evitar caer en la trampa del sobreendeudamiento.
Según fuentes como Infobae y La República, el sobreendeudamiento es una constante en Colombia. Los clientes, después de adquirir un crédito, a menudo optan por adquirir nuevas obligaciones o compromisos mensuales originados por la facilidad de acceder a la adquisición de otros bienes de consumo financiados por el sector de comunicaciones, comercio, fintech y otros afectando su capacidad de pago. Un dato interesante es que en el sector financiero se observa una tendencia de los clientes a preferir pagar modalidades de crédito de consumo y tarjetas de crédito sobre los microcréditos, lo que puede influir en su nivel de endeudamiento general.
Ahorro vs. Crédito: Entendiendo la diferencia fundamental
Mientras el ahorro es esa parte de los ingresos que no se gasta para usarlo en el futuro, el crédito es una forma de financiación que permite acceder a bienes o servicios hoy y para pagar por ellos en el futuro. Es una herramienta poderosa si se utiliza con responsabilidad. Por otro lado, un crédito puede ser una excelente herramienta si se usa estratégicamente. Por ejemplo, tomarlo cuando no puedes esperar a ahorrar el dinero para una necesidad que generará ingresos, como; una oportunidad de negocio, ampliar tu local o invertir en mercancía.
Consejos para manejar un crédito de forma inteligente
Para evitar que la deuda se convierta en una carga, sigue estas recomendaciones:
- No dejes que la deuda te impida pagar tus gastos básicos: Asegúrate de cubrir siempre tus necesidades esenciales como comida y educación.
- Mantén tus pagos de préstamos bajo control: El total de tus pagos no debería ser mayor al 80% del saldo de tus ingresos después de cubrir tus gastos.
- Evita préstamos para consumo personal: Para estos gastos, es mejor ahorrar.
- Lleva un registro de tus fechas de pago: Estar al tanto te ayudará a evitar atrasos.
¡Ojo! Antes de solicitar un crédito, recuerda tener claridad en el propósito, ten claro por qué necesitas el dinero y el compromiso que asumes. Determina tu capacidad de pago, calcula cuánto puedes pagar sin afectar tu bienestar. Busca ayuda si tienes problemas: Si se te dificulta reunir el pago mensual, contacta a tu institución financiera para proponer un plan de pagos.
Una regla general para saber cuánto puedes endeudarte es que tus cuotas de deudas del mes no deberían superar un porcentaje de tus ingresos netos. Por ejemplo, si tus ingresos netos mensuales son $1.200.000 y tus cuotas de deudas son $600.000, tu porcentaje de endeudamiento es del 50%.
Es necesario aprender a interpretar tu porcentaje de endeudamiento para saber cuál es la mejor ruta a tomar, es decir, si tu porcentaje está entre el 0% al 30% vas por buen camino, es ideal porque hay una poca probabilidad de sobreendeudamiento. Si empieza aumentar de un 31% hasta un 40% ten cuidado, deberías realizar ciertos ajustes, cuando aumenta de 41% a 60% ya estás en alerta de caer en liquidez y posibles incumplimientos.
Un 61% o + ya es considerado como una situación de sobreendeudamiento y probabilidad de entrar en mora.
Una vez tengas esto claro, es clave poner en práctica algunos tips esenciales para lograr una salud financiera duradera, sigue estas recomendaciones y aplícalas en tu día a día:
- Traza una meta de ahorro anual: Al inicio de cada año, establece una meta de ahorro que puedas cumplir para imprevistos.
- Compara antes de adquirir un crédito: Solicita información en varias entidades para elegir la mejor opción, considerando los costos asociados.
- Pago total de la deuda: Si cancelas una deuda con una entidad vigilada, realiza el trámite directamente y solicita el paz y salvo.
- Revisa cómo vas a pagar nuevas deudas: Evalúa tus fuentes de ingreso (trabajo estable, ahorros, etc.) antes de asumir nuevos compromisos.
Al entender y aplicar estos principios, podrás tomar decisiones informadas sobre tus finanzas, prevenir el sobreendeudamiento y construir un futuro económico más sólidos.